Fue en una reunión de ex alumnos cuando el Hijo del Juez me dice “leí tu publicación en Facebook, dedícate a escribir”. Fue en un paseo de curso de nuestros hijos cuando una oxigenada me dice: “¡me encanta leerte!”. Fue en el centro de Reñaca cuando de la otra vereda me gritan: “¡abrígate!, no te vaya a dar frío en los pies”. En esos momentos entendí que quizás yo podría escribir un libro. Un par de inviernos después, ya tenía más de 30 historias, todas reales por lo demás. Luego de la reunión familiar BC, me tiré a la piscina. Encontré el gran apoyo Trayecto, además de abundante y positiva energía que fue transmitida el último día de 2018; el primero de esta aventura.
Vivencias De Un Viñamarino