A mediados de diciembre de 1907, bajo un sol abrasador, una muchedumbre de obreros pampinos -con mujeres y niños- emprendió una larga caminata desde sus oficinas salitreras hacia Iquique a reclamar por mejores condiciones de vida y de trabajo. En la marcha por el desierto se trabaron amistades, rencillas y amores, pero nadie imaginó lo que les esperaba en la ciudad portuaria. Una novela que nadie podía escribir como este autor pampino que reconstruyó este episodio conjugando realidad y ficción, investigación e imaginación, para dar cabida a un relato profundamente conmovedor, que rescata el universo que Rivera Letelier mejor conoce: el de las salitreras, sus trabajadores, sus pasiones y sus fantasmas.