El protagonista de este extraordinario testimonio de supervivencia, John Byron, tenía 17 años cuando la embarcación que tripulaba en calidad de grumete, la fragata Wager, naufragó en la Patagonia occidental el 14 de mayo de 1741, poco después de cruzar el Cabo de Hornos. El buque formaba parte de la escuadra al mando de lord Anson, un miembro más de aquella conspicua casta de nobles ingleses que se ganaron su lugar en la historia ejerciendo la piratería. La misión de Anson consistía en asolar las posesiones de la corona española en las costas del Pacífico, pero la expedición terminó siendo famosa por lo infausta. El autor publicó su relato en 1768, a la edad de 45 años, casi tres décadas después de ocurridos los hechos. Y no fueron precisamente musas las que lo inspiraron. El honorable John Byron se vio obligado a publicar su versión del desastre debido a que otros náufragos de la Wager ya lo habían hecho.
La pregunta que aún rondaba transcurridos los años era una sola: ¿qué era lo que realmente había sucedido tiempo atrás, allá en la maldita isla que hoy llamamos Wager?