A los treinta y un años ya se le consideraba el mejor artista de Italia, y probablemente del mundo; pero para sus enemigos Miguel Ángel era arrogante, zafio y extravagante. Como un héroe de la mitología clásica -similar al Hércules que esculpió en su juventud-, fue sometido a constantes pruebas. Durante décadas, se movió en el centro de la vorágine en la que la historia de Europa se vio sumida durante el paso del Renacimiento a la Contrarreforma. Esta biografía es el fruto de una completa investigación que abarca desde las cartas de la época y aquellas primeras biografías repletas de chismes, hasta las últimas averiguaciones acerca de Miguel Ángel.
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