Una larga guerra ha destrozado desde dentro al otrora poderoso Imperio de Dáladon. Después de cinco años de asedio, en la gloriosa Siar aún resisten el empuje del ejército de los fenóritos y mantienen en alto la bandera del Imperio. Con el emperador y los reyes muertos, y casi todas las ciudades caídas en manos del enemigo, sir William, Damián, Julián Guarlion y el gobernador, los defensores de Siar, se aferran como último recurso al amor patrio y a una antigua y oscura profecía que podría significar la postrera esperanza para que el mundo que conocieron no caiga en la oscuridad del olvido.