Un grupo de amigos que habita Coyhaique, en los años ochentas y noventas, son los protagonistas de esta novela musicalizada por Jota, el DJ, con guiños a letras de canciones, como un soundtrack. Son jóvenes marcados por la entropía social de un pueblo ubicado en medio de paisajes turísticos, por la niñez y la adolescencia, los padres, la muerte, el suicidio, la militarización, el clasismo, la doble vida, la homosexualidad, la educación, el sexismo, la emigración de los jóvenes a centros urbanos para continuar estudios y la presión social de un pueblo a la espera de modernidad, aislados. “Claramente, éramos una atracción turística”, relata Elena, la principal voz de esta novela, que también se ambienta en Valdivia y Santiago. Se trata de una Patagonia con paisajes sociales imperfectos que contrastan con la siempre presente naturaleza. Los personajes se ven enfrentados al contagio, como denominan al VIH-SIDA, en la solapada sociedad en que se desenvuelven. En CoyhaiQueer abundan las descripciones de un acontecer previo a la proliferación de redes sociales, una mirada donde el aislamiento no solo es geográfico, sino que también acontece en espacios con otros ritmos y otros imaginarios.