Unicornio tiene un cuerno de zafiro, el pelaje plateado, la crin irisada y una dentadura blanquísima. Todos los animales lo admiran y lo quieren, menos el refunfuñón de Caballo. El pelaje de Caballo no es plateado, ni su crin tiene los colores del arco iris… Y, por eso, es posible que se sienta un poco celoso. Sin embargo, cuando unos rufianes secuestren a Unicornio, Caballo podrá demostrar su valía. Una divertida historia que ensalza el valor de la amistad, y que nos revela una importante enseñanza: a veces somos unicornios y a veces somos caballos; cada cual posee sus propias virtudes y sólo es cuestión de esperar al contexto adecuado para que brillen.
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