Cada poema de este libro es un retorno a los detalles que son nuestras existencias y que solo podemos ver cuando ya no podemos ver nada más de tanto dolor. ¿Qué decir? “Levanta una piedra, yo estaré ahí” es quizá el epitafio más hermoso de la poesía chilena. Este no es un libro sobre la agonía y la muerte. Todo es sobre el amor.