¿Qué es lo más importante, lo que más ha marcado mi propia vida? Me pregunté qué era ese
“algo” que me ha llevado siempre a cuestionamientos, a resolver problemáticas, a la unificación
de los pares en presencia y esencia, a hacer planes, definir acciones, buscar la forma óptima de
comunicación que permita informar, mantener la atención y provocar la interiorización y el
involucramiento, crear proyectos paralelos para su desarrollo integral, mantener elementos físicos
(BTL) que promuevan determinada campaña, crear conciencia del mensaje, etcétera. Y sumado a
todo lo anterior, me mantenga ampliamente satisfecho tanto respecto del proceso como de los
resultados. Para responder llanamente y con profunda sinceridad a esa pregunta, no hay mayor ni
mejor proyecto que ser padre.
La invitación es, en definitiva, a considerar en particular aquello que se relaciona especialmente
con la comunicación. La base del marketing feliz es el humor, la ironía, la empatía y la simpatía,
apelar a la memoria emotiva y a los momentos alegres que cautiven a tu público objetivo para que
asimile lo que has ideado para él: un concepto atractivo, el descubrimiento de una necesidad o la
representación de un deseo.