Paisajes de la capitanía general de Jorge Polanco expande el estilo de la crónica al proponer un juego en suspenso entre la memoria del daño, la violencia y la imaginación.
En algunas crónicas se interroga la conocida frase "familia militar" como una figura que atraviesa espacios sociales "no solo castrenses" y que forma parte de la historia de nuestro país. En otros momentos, el registro es más cercano al relato ficcional a causa de una imaginación a menudo desbordada que horada la frontera que separa el recuerdo del ensueño.
Asimismo, se retratan a personajes entrañables que han construido un espacio de resistencia cultural que reviste admiración; tanto en lo social, artístico o poético, como es el caso, por ejemplo, de las dedicadas a la poeta Ximena Rivera o al microcuentista Pedro Guillermo Jara.
Paisajes de la capitanía general otorga una mirada compleja de nuestro tiempo histórico, al escapar del relato cerrado de los géneros, al modo de Michaux, Rimsky o Berger. La inclusión de ilustraciones del propio autor también contribuye a romper los cercos y multiplicar los sentidos, las miradas.