Al principio, la música y el poema eran un solo cuerpo. La poesía, la música, la plegaria y el rito estaban unidos. Y siempre quieren volver a esa condición primigenia, como imanes. Este es un libro de poemas escritos por músicos sin su elemento natural y esencial, la música. Ver cómo solucionan y enfrentan el poema es un desafío que nos muestra otro ángulo de su obra y a la vez nos pone de frente ante problemas de poética y estética esenciales. (Germán Carrasco)