Estoy convencida de que el contenido de este libro ha logrado llamar su atención, sospecho también que le vendrán a la mente las siguientes dudas: las empresas chinas ya han realizado muchas inversiones en el extranjero, sin embargo, aparte del apoyo político, ¿cuentan con la capacidad (las ventajas de propiedad) para realizar por sí mismas verdaderas inversiones en el extranjero? ¿Pueden las empresas chinas convertirse en inversionistas de éxito e influyentes en América Latina, una región de la que China está tan alejada? ¿Cuál es la relación entre la inversión china en América Latina y la Iniciativa de la Franja y la Ruta? Estas son, precisamente, las preguntas que responderá este libro. El desarrollo de China ha pasado por un proceso que va desde la atracción de la inversión extranjera a la inversión china en el exterior y a la apertura bidireccional, y yo misma he participado en el estudio del modelo de apertura bidireccional, por lo que cuento con una comprensión relativamente más completa y una apreciación prácticamente más profunda del proceso de crecimiento de las empresas chinas en condiciones de apertura. La Franja y la Ruta es una iniciativa de cooperación basada en la concertación, la construcción y el actuar de manera conjunta, a fin de construir colectivamente una “comunidad con un futuro compartido para la humanidad”, es además una invitación a cooperar que los líderes contemporáneos de China hacen al mundo.
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