Frédéric Moreau, un joven acomodado de Nogent--sur-Seine, una pequeña ciudad a unos 100 kilómetros de París, inicia en la capital sus estudios de Derecho. Atrás deja a la joven Louise Roque, que siempre ha estado enamorada de él y a quien ha dado vagas esperanzas. En un lapso que cubre la revolución de 1848, la instauración de la república y el golpe de Estado de Luis Napoleón que llevará al Segundo Imperio, se desarrolla «la historia de un joven», como dice el subtítulo de la novela, en una progresión de encandilamientos y decepciones, de amoríos y separaciones, contemplados con tanta minuciosidad como solapada sorna.