Una provocadora y lúcida investigación que replantea una de las dudas existenciales más antiguas de la humanidad: ¿por qué existe el mal? Según el análisis del autor, el afán por causar daño al prójimo es mucho más que un comportamiento cultural o psicológico, responde a patrones que permiten un estudio de la maldad desde un punto de vista biológico, abriendo el debate sobre un término que muchos ni siquiera se atreven a pronunciar.