Con las flores del mal se impone un nuevo estilo de lectura: el autor y el lector deben echar toda la carne en el asador. La obra le conceptuó ante la opinión pública y el poder como un autor del que había que desconfiar; y, sin embargo, Baudelaire confesó haber puesto en estas flores lo mejor de sí mismo. Charles Baudelaire fue un Dandy. Fue uno de tantos jóvenes que buscan ... Ver más
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Con las flores del mal se impone un nuevo estilo de lectura: el autor y el lector deben echar toda la carne en el asador. La obra le conceptuó ante la opinión pública y el poder como un autor del que había que desconfiar; y, sin embargo, Baudelaire confesó haber puesto en estas flores lo mejor de sí mismo. Charles Baudelaire fue un Dandy. Fue uno de tantos jóvenes que buscan una manera de reaccionar contra una sociedad uniformadora. Cultivó la diferencia entre él y sus semejantes excavando un vacío cultural. No quiso la fama vulgar de una buena persona.
Con las flores del mal se impone un nuevo estilo de lectura: el autor y el lector deben echar toda la carne en el asador. La obra le conceptuó ante la opinión pública y el poder como un autor del que había que desconfiar; y, sin embargo, Baudelaire confesó haber puesto en estas flores lo mejor de sí mismo. Charles Baudelaire fue un Dandy. Fue uno de tantos jóvenes que buscan una manera de reaccionar contra una sociedad uniformadora. Cultivó la diferencia entre él y sus semejantes excavando un vacío cultural. No quiso la fama vulgar de una buena persona.