Éste tendría que ser un cuento sobre un Lobo Feroz que sopla y sopla hasta derribar las casas de los cerditos, que engaña a Caperucita Roja para comerse a su abuelita. Pero no podrá ser, porque el Lobo Feroz llega tarde. ¡Otra vez! No hay un solo día que llegue puntual al cuento que le toca y el resto de los personajes se enfadan con él. ¿Pero alguien se ha parado a pensar en lo difícil que es ser el Lobo Feroz de todos los cuentos?