Quiero vivir como todo el mundo. Quiero tener una mujer como todo el mundo, ir a pasear el domingo. Solo me ha faltado que me amaran para ser bueno. El fantasma que habita en los subterráneos y pasadizos del edificio de la opera de París se ha convertido en un mito mas allá de la literatura. Ser atormentado y terrible, condenado por su fealdad y deformidad al sufrimiento y a la soledad, y a vivir tras una máscara, es también alguien vulnerable y patético, que se apasiona ante la belleza y la música, y que solo quiere vivir como una persona normal, amar y ser amado.