Desde principios de la década de 1980, el mundo vive la era neoliberal, con una incuestionable hegemonía de este tipo de modelo a escala global. Tras un comienzo fulminante, en el que prácticamente eliminó todo rastro del modelo hegemónico anterior, se extendió a prácticamente todo el mundo, a un ritmo antes desconocido.
Desde ese momento, los países del centro del sistema han mantenido, prácticamente intacto, el mismo modelo. Aun con el cambio de gobierno, de conservadores a socialdemócratas, la política económica prácticamente no cambió en sus ejes fundamentales.
Sin embargo, América Latina seguirá siendo el epicentro de las luchas antineoliberales en el mundo. Fue en nuestro continente donde se dieron los únicos gobiernos antineoliberales del orbe, proyectándose los más grandes líderes de la izquierda a nivel internacional, donde la tercera década del siglo XXI está marcada por el retorno de gobiernos antineoliberales –Argentina y Bolivia–, el surgimiento de otros –México, Chile, Honduras, Perú y Colombia– y la posibilidad de sumar a Brasil.
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