Lila quiere aprender sobre los planetas, los animales, los ecosistemas, la ortografía y las matemáticas. En pocas palabras, Lila quiere ir a la escuela. ¿Qué se lo impide? ¡Todo! No va a morder a nadie ni es un foco de infección, pero ¡es un monstruo! Ningún profesor querría tenerla en la clase. A menos que alguien pudiera hacerla pasar inadvertida. A fin de cuentas, ¿cómo sabemos que no hay un monstruo encantador detrás de nosotros en este momento?