A estas alturas de su carrera, presentar a una figura como Osvaldo Gross sería poco menos que redundante. De más estaría mencionar que es uno de los referentes indiscutidos de la gastronomía y la pastelería no sólo en la Argentina sino también en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Sus cursos, tanto como sus ciclos de TV y sus presentaciones, son seguidos por una cantidad de público tal que, si se tratara de otro métier, bien sería considerado una verdadera estrella internacional. Por eso, como parte de su obra, se hacía necesario -por no decir indispensable- un libro como Chocolate, que reúne sus mejores consejos, métodos de trabajo y recetas para preparar masitas y postres, pasando por tortas, figuras, tartas y bombones, y que incluye una pormenorizada cronología de la historia y el origen del alimento de los dioses. Sin embargo, es en la exquisita fusión con las fotografías de Eduardo Torres donde Gross pone en evidencia su verdadera faceta de orfebre. Confío en haber cumplido una doble misión con este libro: complacer a los amateurs y fanáticos, por un lado. Y brindar ayuda esclarecedora a los alumnos y profesionales, por otro, escribe en el prólogo nuestro chef pâtissier. Sin duda, tarea cumplida.